
Resumen
La capacidad de manipular la electricidad, la energía producida por el movimiento de partículas cargadas que constituye la mitad de la fuerza del electromagnetismo. Este poder tiene muchas aplicaciones, como controlar campos eléctricos, invocar relámpagos para electrocutar a los oponentes, alimentar dispositivos eléctricos, causar tormentas eléctricas y aprovechar la propia electricidad para obtener energía.
Si bien es una capacidad versátil y poderosa, la electricidad no está exenta de deficiencias y puede aislarse con materiales no conductores como el caucho.
Normalmente la electricidad puede atrofiar los nervios (causando parálisis) y también interferir con las funciones de órganos como el corazón y el cerebro, y probablemente ignoraría la durabilidad de los seres hechos con materiales con suficiente conductividad debido a este hecho. Sin embargo, como la electricidad casi nunca actúa de esta manera en la ficción, esto no se aplica a los ataques eléctricos que no tienen una amplitud establecida o que han demostrado estas capacidades.
Ejemplos
- Thor (Marvel Comics)